La Preocupación

La mente preocupada gira una y otra vez trazando la interminable curva melodramática, en la que un conjunto de preocupaciones conduce al siguiente y vuelve otra vez atrás. Por supuesto cuando la preocupación trabaja, no existe ningún obstáculo, es decir empleando una reflexión constructiva que puede que puede parecerse a la preocupación del cual puede surgir la solución. En efecto la reacción que se encuentra por debajo de la preocupación es la vigilancia con respecto a un peligro potencial, que sin duda alguna, ha sido esencial para la supervivencia en el curso de la evolución. En cierto sentido la preocupación es un ensayo de lo que podría salir mal y como enfrentarse a ello; la tarea de la preocupación es alcanzar soluciones positivas con respecto a los peligros de la vida anticipándose a los riesgos antes de que surjan.

La dificultad surge de las preocupaciones crónicas y repetitivas, el tipo de preocupaciones que vuelve a surgir una y otra vez y nunca logra una solución. Un análisis detallado de la preocupación crónica sugiere que todos los atributos de un asalto emocional de tono menor: las preocupaciones parecen surgir de la nada, son incontrolables y generan un ansiedad, son impermeables a la razón y bloqueadas a la persona en un único punto de vista acerca del tema que le preocupa. Cuando este mismo ciclo de preocupación se intensifica y persiste, se hace mas confusa la línea que lo separa de los auténticos asaltos nerviosos, los trastornos de ansiedad: fobias, obsesiones y compulsiones, ataques de pánico.

Ver También:

El control de las emociones
Repertorio Emocional
Calmar el Estres