El genero del alma

Muchas veces escucho a algunos amigos y personas hablar acerca de la incomprensión de sus parejas u de otras personas de su entorno, intentando encontrar respuestas para entender por que se suscitan estas disyuntivas entre personas del sexo apuesto.

No dejo de pensar si será posible que en realidad exista el género en nuestra alma, de aquello que llamamos nuestra esencia. Intento encontrar una idea sencilla que pueda explicar si nacemos con un genero (femenino o masculino), propio de nuestra alma o esencia o es acaso el cuerpo en el cual vivimos el que crea nuestro genero. Existen estudios científicos que prueban que existe una diferencia de pensamiento entre los hombres y las mujeres, pero también prueban que ambos tienen la misma capacidad de razonar y encontrar respuestas razonables a los problemas y situaciones generales. Entonces ¿Qué provoca que dos personas de sexo apuesto no puedan entenderse?

Algo que percibo, es que los comportamientos básicos en sociedad son indiferentes en el hombre y la mujer, pero es el desarrollo físico-mental quien provoca una tendencia en la conducta de las personas, esto talvez nos pueda ayudar a entender el comportamiento de las personas, aunque también implique un trabajo mas analítico y razonable, que humano.

De alguna manera la forma en que crecemos provoca que nuestra mente programe conductas – reflejo, producto de las vivencias que tenemos en nuestro desarrollo. El hombre se acostumbra a su masculinidad y la mujer a su feminidad, no quiero presuponer que es posible pensar en nuestra sexualidad como causa de nuestra conducta, ya que la misma siempre estará presente subjetivamente y objetivamente en nuestra conducta.

Sin embargo considero que muchos de nuestros problemas, producto de nuestra conducta de género, pueden ser resueltos de una manera aceptable, considero que es posible encontrar respuestas tan solo dialogando, pero esto no tampoco servirá si previamente no entendemos nuestras diferencias y nuestra humanidad.

No solo me refiero a nuestras diferencias en sentido sexual, sino en sentido humano, como dos seres que conciben el mundo a su manera, y me refiero a humanidad en el sentido de que somos seres que comparten características similares pero únicas como la mente y el corazón.

Ver También:

Naturaleza del ser social