Higiene en la Alimentación parte II

6. Para un adulto sano, suelen bastar tres comidas diarias. En los niños, en los adultos desnutridos y en algunos enfermos, puede ser conveniente una merienda a media tarde. Como regla general, se puede afirmar que es preferible no ingerir alimento alguno entre comidas, pues hacerlo puede retardar el vaciamiento del estomago y quita el apetito. Hay casos en los cuales es conveniente hacer excepción a esta regla, permitiéndose la ingestión de fruta, jugos de las mismas o de verduras, etc. La frecuente costumbre de no tomar desayuno es perniciosa, por que después de muchas horas sin alimento es cuerpo lo necesita mas que nunca. Se ha comprobado que el que no toma desayuno es menos eficiente en su trabajo de la mañana. Se debe tomar, pues un buen desayuno.

7. El beber agua en las comidas. Después de mucha discusión al respecto, se llegado a la conclusión de que no es indispensable, pero que tampoco cusa daño beber agua en forma moderada durante las comidas. No bebe ser usada para tragar el alimento insuficientemente masticado. Si se utiliza agua, esta sera fresca, pero no helada, en caso de serlo, debe tomarse en pequeños sorbos, dejándola entibiar en la boca antes de tragarla. En lugar de agua, puede tomarse con ventaja leche. El beber mucho agua, especialmente helada, durante las comidas, retarda la digestión, diluye excesivamente el jugo gástrico, distiende el estomago y puede terminar por provocar trastornos digestivos.

8. deben evitarse ciertos alimentos pesados o irritantes, como los muy condimentados o grasos, el pan excesivamente fresco, etc. Los alimentos fritos no se usaran con mucha frecuencia. Horneados pueden ser, con ventaja, mas sabrosos que fritos, y menos pesados. Estos últimos presentan una capa grasosa que hace difícil que los jugos digestivos actúen el alimento. Se forman, además con frecuencia sustancias irritantes cuando se calienta mucho el aceite.

9. Deben tomarse todas las precauciones posibles para que el alimento sea limpio y para que conserve su valor alimenticio al máximo.

10. Aunque esto parezca una verdad, es indispensable evitar los alimentos que sabemos que no toleramos bien.

Ver también:

Higiene en la Alimentación parte I