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La alimentación debe realizarse en forma ordenada y consecuente, aquí tenemos algunos de los criterios para la higiene en la alimentación:
1. Debe comerse a horas regulares. Esto favorece el trabajo del estomago y del intestino. Debe, sin embargo, evitarse el comer cuando se esta nervioso o muy cansado, salvo que se coma fruta.
2. Hay que comer con apetito, pues este produce mas jugos digestivos que favorecen la digestión. Para estimular el apetito, el alimento deberá ser sabroso, que en una misma comida haya demasiado numero de platos. Si no se tiene apetito a la hora de alguna comida, se puede sustituirla por fruta, para mantener el ritmo normal del tubo digestivo.
3. Durante la hora de las comidas hay que evitar preocupaciones, discusiones y negocios. Se debe estar tranquilo y optimista. Debe evitarse también en lo posible el trabajo intelectual o físico intenso por un par de horas después de las principales comidas. Algunas personas digieren mejor si caminan un poco después de las comidas, mientras que otros pueden tomar sin inconveniente una siesta después del almuerzo, sin que esto interfiera con su digestión.
4. Hay que comer sin prisa, masticando prolijamente los alimentos, hasta que estos se hallen perfectamente desmenuzados y mezclados con saliva. En esta forma el alimento se diferirá mas fácilmente, a la vez que puede saboreárselo mejor. Se dice que si los tres primeros bocados de cada comida se comen en forma deliberadamente lenta se seguirá así el resto de la misma. En el menú diario de una persona sana, no deben faltar los alimentos duros que requieran masticación. La persona que no mastica lo suficiente pone en peligro la salud de su dentadura y de su estomago.
5. debe comerse con moderación. Esto es especialmente importante en los ancianos, en los que tienen tendencia a aumentar excesivamente de peso y en las personas que hacen poco trabajo físico o ejercicio, pues en todos estos grupos la necesidad de alimento es mas reducida. En nuestros países la comida principal es la de mediodía. Las cenas abundantes o pesadas deben evitarse. Mientras que lo ingerido durante el desayuno y el almuerzo se quema con la actividad de la mañana y la tarde, algunos nutricionistas opinan que una cena abundante puede acumularse en el organismo, con mayor facilidad, en forma de grasa. El intervalo entre una comida y otra será elegida en forma tal que ya este vació el estomago cuando llegue la hora de la siguiente.
Ver Tambien: Alimentos Protectores
1. Debe comerse a horas regulares. Esto favorece el trabajo del estomago y del intestino. Debe, sin embargo, evitarse el comer cuando se esta nervioso o muy cansado, salvo que se coma fruta.
2. Hay que comer con apetito, pues este produce mas jugos digestivos que favorecen la digestión. Para estimular el apetito, el alimento deberá ser sabroso, que en una misma comida haya demasiado numero de platos. Si no se tiene apetito a la hora de alguna comida, se puede sustituirla por fruta, para mantener el ritmo normal del tubo digestivo.
3. Durante la hora de las comidas hay que evitar preocupaciones, discusiones y negocios. Se debe estar tranquilo y optimista. Debe evitarse también en lo posible el trabajo intelectual o físico intenso por un par de horas después de las principales comidas. Algunas personas digieren mejor si caminan un poco después de las comidas, mientras que otros pueden tomar sin inconveniente una siesta después del almuerzo, sin que esto interfiera con su digestión.
4. Hay que comer sin prisa, masticando prolijamente los alimentos, hasta que estos se hallen perfectamente desmenuzados y mezclados con saliva. En esta forma el alimento se diferirá mas fácilmente, a la vez que puede saboreárselo mejor. Se dice que si los tres primeros bocados de cada comida se comen en forma deliberadamente lenta se seguirá así el resto de la misma. En el menú diario de una persona sana, no deben faltar los alimentos duros que requieran masticación. La persona que no mastica lo suficiente pone en peligro la salud de su dentadura y de su estomago.
5. debe comerse con moderación. Esto es especialmente importante en los ancianos, en los que tienen tendencia a aumentar excesivamente de peso y en las personas que hacen poco trabajo físico o ejercicio, pues en todos estos grupos la necesidad de alimento es mas reducida. En nuestros países la comida principal es la de mediodía. Las cenas abundantes o pesadas deben evitarse. Mientras que lo ingerido durante el desayuno y el almuerzo se quema con la actividad de la mañana y la tarde, algunos nutricionistas opinan que una cena abundante puede acumularse en el organismo, con mayor facilidad, en forma de grasa. El intervalo entre una comida y otra será elegida en forma tal que ya este vació el estomago cuando llegue la hora de la siguiente.
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