
NUEVA YORK (Reuters Health) - Quizás no sorprenda: un nuevo estudio revela que el combate en Irak y Afganistán aumenta el riesgo de depresión en los integrantes de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Timothy S. Wells, del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de la base Wright-Patterson, en Ohio, estudió a más de 40.000 integrantes de la Fuerza Aérea que no habían tenido síntomas de depresión ni habían tomado fármacos para la ansiedad, el estrés o la depresión antes de viajar.
Los participantes estuvieron en servicio entre el 2000 y el 2006.
Los soldados que estuvieron en combate concentraron la incidencia más alta de depresión (el 6 por ciento de los hombres y el 16 por ciento de las mujeres), comparado con el 4 por ciento de los hombres y el 8 por ciento de las mujeres que no estuvieron en combate y el 2 por ciento de los hombres y el 5 por ciento de las mujeres que no viajaron.
Ciertas diferencias con el grupo que no estuvo en combate se podrían explicar por el hecho de que sólo quienes reúnen todos los requisitos de salud de la Fuerza Aérea viajan a esas zonas, precisó Wells a Reuters Health.
En otras palabras, "es como si el grupo que no viajó tuviese otros factores de riesgo, como otros trastornos de salud mental y enfermedades físicas, que le aumentó el riesgo de depresión, a diferencia de los que viajaron pero no combatieron".
En el estudio, publicado en el American Journal of Public Health, el equipo escribió que los hombres especializados en combate tenían menos riesgo de depresión que los médicos o enfermeros u otros profesionales en cargos de apoyo, lo que sugiere que "la dureza militar" ayudaría a reducir el riesgo de desarrollar depresión.
"A los que se prepara para combatir reciben un entrenamiento que altera el riesgo de depresión, comparado con el personal que no combatirá", dijo Wells.
Hombres y mujeres con trastorno de estrés postraumático (TEPT) eran más propensos a desarrollar síntomas, lo que prueba la relación entre ambos problemas de salud.
Otros factores de riesgo de depresión incluyeron la menor edad, el tabaquismo, la adicción al alcohol y el servicio en el Ejército. Asimismo, las mujeres casadas, divorciadas, blancas no hispanas, en servicio activo en la Marina o la Guardia Costera, tenían más riesgo de desarrollar depresión.
Timothy S. Wells, del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de la base Wright-Patterson, en Ohio, estudió a más de 40.000 integrantes de la Fuerza Aérea que no habían tenido síntomas de depresión ni habían tomado fármacos para la ansiedad, el estrés o la depresión antes de viajar.
Los participantes estuvieron en servicio entre el 2000 y el 2006.
Los soldados que estuvieron en combate concentraron la incidencia más alta de depresión (el 6 por ciento de los hombres y el 16 por ciento de las mujeres), comparado con el 4 por ciento de los hombres y el 8 por ciento de las mujeres que no estuvieron en combate y el 2 por ciento de los hombres y el 5 por ciento de las mujeres que no viajaron.
Ciertas diferencias con el grupo que no estuvo en combate se podrían explicar por el hecho de que sólo quienes reúnen todos los requisitos de salud de la Fuerza Aérea viajan a esas zonas, precisó Wells a Reuters Health.
En otras palabras, "es como si el grupo que no viajó tuviese otros factores de riesgo, como otros trastornos de salud mental y enfermedades físicas, que le aumentó el riesgo de depresión, a diferencia de los que viajaron pero no combatieron".
En el estudio, publicado en el American Journal of Public Health, el equipo escribió que los hombres especializados en combate tenían menos riesgo de depresión que los médicos o enfermeros u otros profesionales en cargos de apoyo, lo que sugiere que "la dureza militar" ayudaría a reducir el riesgo de desarrollar depresión.
"A los que se prepara para combatir reciben un entrenamiento que altera el riesgo de depresión, comparado con el personal que no combatirá", dijo Wells.
Hombres y mujeres con trastorno de estrés postraumático (TEPT) eran más propensos a desarrollar síntomas, lo que prueba la relación entre ambos problemas de salud.
Otros factores de riesgo de depresión incluyeron la menor edad, el tabaquismo, la adicción al alcohol y el servicio en el Ejército. Asimismo, las mujeres casadas, divorciadas, blancas no hispanas, en servicio activo en la Marina o la Guardia Costera, tenían más riesgo de desarrollar depresión.
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