
Los fabricantes de camas y otros productos están desarrollando nuevas formas de combatir el insomnio, incluyendo algunas introducidas recientemente en la Feria del Mercado Mobiliario de Las Vegas y en la exposición High Point Market, dos de las muestras más grandes del ramo en Estados Unidos.
Tenemos por ejemplo:
- Colchones homeópatas impregnados con esencias como lavanda, manzanilla, rosa y caléndula que han sido populares desde mucho tiempo en Europa. Los aromas son relajantes naturales y algunos incluso tienen propiedades antibacterianas. Con el uso de la nanotecnología, los fabricantes le insertan millones de microcápsulas de lavanda a la capa superior de un colchón. Cuando usted se acuesta, algunas de las cápsulas se rompen, liberando la fragancia. Un colchón de tamaño queen Lavender Comfort, de la firma Magniflex, se vende por 1.899 dólares.
- Colchones antisudor que usan nuevos tejidos que permiten una mejor circulación del aire para que usted duerma más fresco. Dos camas de gran tamaño de las firmas Dormia y Hollandia International con la nueva tecnología se venden en un rango de 1.500 a 2.800 dólares.
- Los futones ligeros son una tendencia nueva, en reemplazo de la tradicional cama voluminosa. Los futones están siendo bien recibidos por aquellas personas que no quieren gastar en sofás convertibles en camas que son más caros y toman más espacio. Las nuevas versiones usan un nuevo estilo de espuma con superficie afelpada, versátil y durable.
- Camas hechas con materiales orgánicos, que supuestamente ayudan a las personas con alergias o que son susceptibles a los elementos químicos que emiten los materiales sintéticos. Materiales menos agresivos con el ambiente, como la lana, el algodón, la madera sólida y el látex natural de caucho son utilizados por compañías como OMI, del norte de California, que fue cofundada por el escritor Walter Bader, quien padece se sensibilidad a esas sustancias. Su colchón OrganicPedic Sierra cuesta 1.995 dólares, mientras que el colchón de espuma vegetal Ecomfort y una versión de algodón orgánico certificado de Aireloom están en el rango de los 1.000 a los 3.000 dólares, dependiendo del tamaño.
Las demandas de tecnología personal también han llevado a los fabricantes a diseñar camas más avanzadas, con todo y televisores o bases para acoplar su iPod. Un usuario puede convertir su cama en una oficina cómoda durante el día, pero los expertos dicen que debe ser un colchón cómodo para la noche. Dicen que usted necesita calmar el cerebro con un libro, una conversación tranquila o un estado solitario de ensueño para conseguir descansar mejor.
Tenemos por ejemplo:
- Colchones homeópatas impregnados con esencias como lavanda, manzanilla, rosa y caléndula que han sido populares desde mucho tiempo en Europa. Los aromas son relajantes naturales y algunos incluso tienen propiedades antibacterianas. Con el uso de la nanotecnología, los fabricantes le insertan millones de microcápsulas de lavanda a la capa superior de un colchón. Cuando usted se acuesta, algunas de las cápsulas se rompen, liberando la fragancia. Un colchón de tamaño queen Lavender Comfort, de la firma Magniflex, se vende por 1.899 dólares.
- Colchones antisudor que usan nuevos tejidos que permiten una mejor circulación del aire para que usted duerma más fresco. Dos camas de gran tamaño de las firmas Dormia y Hollandia International con la nueva tecnología se venden en un rango de 1.500 a 2.800 dólares.
- Los futones ligeros son una tendencia nueva, en reemplazo de la tradicional cama voluminosa. Los futones están siendo bien recibidos por aquellas personas que no quieren gastar en sofás convertibles en camas que son más caros y toman más espacio. Las nuevas versiones usan un nuevo estilo de espuma con superficie afelpada, versátil y durable.
- Camas hechas con materiales orgánicos, que supuestamente ayudan a las personas con alergias o que son susceptibles a los elementos químicos que emiten los materiales sintéticos. Materiales menos agresivos con el ambiente, como la lana, el algodón, la madera sólida y el látex natural de caucho son utilizados por compañías como OMI, del norte de California, que fue cofundada por el escritor Walter Bader, quien padece se sensibilidad a esas sustancias. Su colchón OrganicPedic Sierra cuesta 1.995 dólares, mientras que el colchón de espuma vegetal Ecomfort y una versión de algodón orgánico certificado de Aireloom están en el rango de los 1.000 a los 3.000 dólares, dependiendo del tamaño.
Las demandas de tecnología personal también han llevado a los fabricantes a diseñar camas más avanzadas, con todo y televisores o bases para acoplar su iPod. Un usuario puede convertir su cama en una oficina cómoda durante el día, pero los expertos dicen que debe ser un colchón cómodo para la noche. Dicen que usted necesita calmar el cerebro con un libro, una conversación tranquila o un estado solitario de ensueño para conseguir descansar mejor.
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