Muchos de los fracasos y problemas que sufrimos a lo largo de nuestra vida son producto la falta de orden y disciplina que tenemos para con nuestras actividades, pero no necesariamente son reglas estrictas para una vida mejor, es sabido que una mentalidad ordenada es una ventaja de vida, y una férrea disciplina es el camino del éxito, sin embargo debemos considerar que estas son ideas idealistas e idóneas que todos buscamos. Es un hecho que somos seres muy dinámicos y ante este panorama no necesariamente encajan el orden y la disciplina, con esto no quiero justificar el desorden y irresponsabilidad, mas por el contrario debemos procurar tener orden y disciplina, en cada momento, pero no siempre es posible, es innato que los seres humanos por naturaleza tendemos a comportarnos de manera impredecible e irracional, el objetivo no es someternos en todo momento ante el orden y la disciplina sino que ambas deben ser parámetros que debemos procurar aplicar en el lugar y en el momento propicio.
Parte de nuestra humanidad es ser desordenados e indisciplinados, la sabiduría de la vida no se encuentra en el constante orden y disciplina, si no en el entendimiento que podamos tener sobre ellos, mientras mas las comprendamos, será mas sencillo identificar cuando son los momentos propicios para el orden y la disciplina.
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